En las alturas

domingo, 13 de septiembre de 2009

Mirando al infinito, mirando a ninguna parte,
tumbada boca arriba, buscando estrellas en su cabeza
con la tremenda oscuridad presionando su ser.
Los brazos en cruz, porque aunque haga frío, no lo siente.
Sin parpadear, porque la luz de la ciudad no le molesta.
Se siente algo más arriba en un décimo piso.
Se siente algo más perfecta sin nadie alrededor
No se siente tan sola estando sola.

Allí se encuentra, mirando al infinito en su torre alta sin rejas.
Como en El Señor de los Anillos, pero sin tanta magia.
Es ella la que dirige su vida en las alturas,
porque sin saberlo es la reina por un instante,
aunque todo es mentira al descender de su torre.
Cárceles sin barrotes, sin alturas, pero con muchos carceleros.
Allí arriba, la reciente calma se vuelve infierno,
allí arriba, en sus pensamientos.

3 comentarios:

María dijo...

Sientete segura de ti misma y verás como resplandece un largo camino ante tus pies, nadie podrá frenarte nunca y sentirás que no existe ser sobre la Tierra capaz de reprocharte nada porque por una vez eres alguien como ellos y como ellos eres especial y eres importante.

Txé dijo...

A veces la soledad es la mejor receta para que la evasión en la que quisieras vivir se haga poco a poco realidad.

PD: Menos mal que no estás sembrá!

Anónimo dijo...

Algo de lo que has dicho me ha recordado a algo que leí de Sánchez Dragó: "Mi infierno es la sociedad y mi paraíso la soledad".